domingo, 25 de julio de 2010

ALAS PRESTADAS

Nunca pensé que los vacíos murieran también, es una buena esperanza, por lo menos para mi, cuando mueran los míos les haré un funeral con muchas flores y bastante café e invitaré a todos mis amigos para que me vean feliz. Y luego iré a tu casa y te pediré un par de alas prestadas, no importa si están rotas o desvencijadas, se curarán al tiempo y así podré ir a visitar a los amores que me dejaron para irse a las estrellas, y en cuyo lugar quedaron los vacíos que acaban de morir.

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