martes, 20 de abril de 2010

TRILOGÍA UNIVERSAL ( a Nataly, Stephany y Beatriz respectivamente)

I


(NOCTURNO)

Y me sentí vagabundo en una noche sin fortuna, buscando entre los restos del naufragio los aromas de tu cuerpo lleno de soles y lunas. Sin importar la incertidumbre de las confesiones que te hice, quiero caminar de la mano contigo bajo noches de muchas estrellas. Necesito tanto de alguien que me quiera, embriagarme de ti en mares delirantes y sombríos. Llena mis vacíos con tus palabras serenas, con tu perfume, con tu negra cabellera. Entrégate a mi diario de bellas sensaciones, de muertes divinas, jardines de sueños, silencios cómplices, nubes y estrellas. Tu bien sabes del terror de mis fracasos, corazón ganado por la violencia. Se mía hasta que la carne trémula sucumba bajo el influjo de novelas negras, y mi amor por ti suba hasta las estrellas. Cubierto de la soledad de esta noche me doy cuenta de que el amor es la materia que hace florecer las orquídeas en mi cabeza. La letra con sangre y amor entra. Y si hubieras notado como yo esos pequeños detalles, mientras caminábamos por galerías de recuerdos. No se si son memorias o invenciones mías obsoletas. Pudo ser una calle, un parque o un bosque en horas muertas. Canción de perdición fue mi existencia. ¿A dónde fuiste? Y estoy aquí esperando que se agote esta mitad de vida que es la mía desde que partiste, porque contigo era eterna y sin ti no llega a media. ¡Ho!, noche tempestuosa que vas a arrancar de su quicio las estrellas, llévame a la muerte o acércame a ella. La distancia es una muerte peor que la misma muerte ¿Y qué es la muerte sino es esto que estoy sintiendo?, ese desdén de las horas que voy a pasar sin ella. Arrancaré esta piel para que mi espíritu pese menos, y también estas entrañas dulces y jugosas y cálidas, acaso este fuego que le he prendido a mi cuerpo, ¿también pesa? Así podré escalar hasta esas estrellas por estelas luminosas, colas de cometas, rayos celestiales y armonías etéreas. Maravillosa sinfonía universal, motor universal de filósofos y poetas ¿Dónde está ella? Quizá soy un vagabundo solitario que la invento a base de sueños para que en esta noche, mi falsa compañía fuera.

(2009)

II


LUZ IN THE SKY DREAMING

Bajo el océano de estrellas que me regalaste, allí donde naufragan tus recuerdos y tus sueños. Donde eres tan profunda como el mar y tan abierta como el cielo y las estrellas, pude sentir sobre anémonas fluorescentes y átomos que explotaban el estremecimiento del firmamento ante tu condición de sinfonía eterna.

Morir, dormir, soñar, conocerte en una noche tan negra como el azabache que flota bajo los cuartos de tu casa en cámaras secretas. Ruinas circulares de una calle que bien puede pertenecer al verano tropical o al invierno glacial de la desconsolada muerte.

Como ansío vivir otra vez para morir de nuevo al verte, y recordarte dos veces siendo arrastrado por el rio de chocolate caliente que sale de tu almohada mientras duermes y se extiende en límite vertical hasta mi pluma ardiente.

Celebrando la ocurrencia de conocerte en el caos de mi paraíso, oigo el estallido de grillos y chicharras agrestes. Eco de la creación del universo deja que me entregue al dulce arte de caminar entre tus sueños, a recorrer tu geografía marina hecha de perlas, polvo estelar, luceros cotidianos y alegorías de poetas.

Sólo puedo garantizarte que soy soñado por ti cuando reposas en silencio, no soy un sueño perfecto ni lo que estoy escribiendo. Pero soy la llave maestra para abrir la ventana de tu habitación y guardar allí un racimo de lunas, brillo de piedras preciosas y alguno que otro cometa.

No sabes lo que representas en esta caja infinitamente grande y silenciosa que es mi cabeza. La cual poco a poco se va llenando de estrellas mientras pienso en tí.

(2009)

III

IRIE

La maquinaria incipiente de tus latidos se abre paso hacia el centro de la tierra en sucesivas renovaciones. Pedacito de cielo, de luna, de estrellas: al descender a los infiernos mi redención es tu cuerpo. Tus pálpitos sensuales me hacen soñar contigo en la penumbra de oscuras sensaciones y la grandeza de tu espíritu abarca todas las canciones de amor y todos los colores del universo.

Con el hilo que se tejen las ilusiones, las cuatro cuerdas de tu bajo encendido, viajo en una barca sin regreso hacia el motor inmóvil del firmamento. Atravesando constelaciones sombrías, veo como sobre rayitos de luna crecen árboles de la vida cuyo fruto son estrellas dormidas.

Naciste amando al sol pero también te gusta la luna, eso ¿quién te lo prohíbe?, el milagro de la procreación orgulloso en tu vientre se distingue.

Amo tus senos húmedos y tus piedras mojadas y tus líquenes sedosos como colcha estrellada. Mujer, yerba de la creación, submarino para viajes astronómicos; tus explosiones telúricas en el paraíso del olvido, despiertan a los dioses de la lluvia, del trueno y del vino. Amor mío, si me escondí en la noche para estar mas ajeno a tus encantos, ¿por qué me miras inquisitiva hija de la madre tierra y de la selva virgen?

(2009)




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